domingo, 18 de marzo de 2007

Los canopes del Louvre guardan afeites y no los restos de Ramsés II

La ciencia ha puesto fin a un mito que ha durado un siglo. Las pruebas realizadas por un equipo de químicos demuestran que los cuatro vasos canopes expuestos en el Museo del Louvre con el nombre de Ramsés II no contienen, contrariamente a lo que se creía, las entrañas embalsamadas del faraón egipcio.
Considerados como uno de los tesoros del museo, los vasos solo contienen cosméticos. Los análisis de cromatografía y espectrometría de masa han demostrado que se trata de ungüentos añadidos tras la muerte de Ramsés II y no los restos del corazón del faraón, que murió en el año 1213 antes de Cristo. La prueba del carbono 14 ha permitido datar las muestras entre 128 y 228 años después del fallecimiento del faraón.
Los recipientes de loza azul llegaron al Louvre en 1905. Como el nombre de Ramsés II figura en ellos, así como invocaciones a los dioses Mut y Amon, se dedujo que contenían las entrañas del faraón. En 1985, cuando se examinó la momia conservada en El Cairo, se descubrió que el corazón no había sido extraído y surgió la duda. Los restos de Ramsés II ya fueron objeto de controversia durante el pasado mes de noviembre cuando los cabellos del faraón se pusieron en venta por internet.

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