viernes, 16 de marzo de 2007

El sacrificio espartano de "300" llega rodeado de polémica y éxito

El sacrificio de 300 espartanos que lucharon hasta la muerte para defender su tierra del gran ejército persa llega a las pantallas europeas, precedido de las críticas que ha levantado en Irán y de un éxito abrumador de taquilla en Estados Unidos. Tras recaudar más de 70 millones de dólares en su primer fin de de semana de exhibición en EE.UU., el cómic fílmico dirigido por Zack Snyder, a quien el gobierno iraní acusó de participar en la "guerra psicológica" de ese país contra Irán, empieza esta noche su andadura europea con el preestreno en Londres. En un film marcado por el surrealismo y el impacto de las imágenes, la caracterización de los soldados persas como monstruos deformes y de sexo ambiguo ha sido criticada por la prensa de Teherán, reacción que ha sorprendido "profundamente" a Snyder, según explicó el realizador. "Esperaba que la gente entendiera que lo último que pretendía con la película era ofender a alguien y, si esto ha sucedido, lo lamento profundamente", afirmó el director de "Amanecer de los muertos" (2004), tras subrayar que se trata de "una cinta de fantasía y, aunque busca transmitir la esencia de la historia, no persigue un rigor histórico". Adaptación del cómic del novelista gráfico Frank Miller, creador de "Sin City", "300" relata la batalla de las Termópilas, en la que el rey Leónidas (Gerard Butler) y 300 espartanos lograron contener cinco días a un ejército persa de más de cien mil soldados antes de morir, sacrificio previo a la derrota de Persia por los atenienses que inspiró la formación de Grecia y adquirió carácter de mito. "Es como si alguien que estuvo allí y presenciara la batalla se fuese a dormir y lo soñara todo otra vez, porque hay muchos elementos que forman parte de la imaginación", explica Butler, tras confesar que tuvo que esforzarse mucho para conseguir que le dieran el papel, "porque no tenía un nombre como el de Russell Crowe o el de Leonardo DiCaprio". El actor, conocido por su papel principal en la versión de "El fantasma de la Ópera" de Andrew Lloyd Weber, bromeó al decir que se sintió "como un pequeño ratón mirando a un elefante", consciente de que daría vida al protagonista de una película que el pasado fin de semana recaudó 233.000 dólares por cada uno de los 300 espartanos que murieron en los acantilados de las Termópilas. La película recupera el mito del sacrificio espartano 2.500 años después, con un presupuesto de alrededor de 60 millones de dólares y banda sonora de Tyler Bates. Ambientado en el 480 a.C pero con una sola escena de exteriores, el film pretende "sorprender al espectador con una experiencia original, distinta de cualquiera que se haya visto antes", afirmó hoy Snyder.

No hay comentarios: